El Gran Premio de Australia 2025 dejó a Pecco Bagnaia en una posición tan incómoda como reveladora. En un box de Ducati Lenovo lleno de incertidumbre, el vigente campeón del mundo fue el único piloto “estable” del equipo, pero el fin de semana se convirtió en una verdadera encrucijada.
Las expectativas eran altas, especialmente tras los buenos ritmos previos, pero el desarrollo del fin de semana fue muy distinto a lo esperado. En la Sprint Race, Pecco no pudo encontrar ritmo y terminó penúltimo. El domingo, las cosas no mejoraron: no consiguió clasificar en la carrera larga y cerró uno de sus fines de semana más frustrantes del año.
⚙️ Un fin de semana lleno de problemas
Desde los primeros entrenamientos, Bagnaia ya comunicaba dificultades a su equipo.
«Empieza a derrapar un poco. Y hasta que no estoy recto, no acelera. La curva 6. Para mí no es tracción, porque la tracción se produce cuando estoy levantando. En ese caso no está derrapando. Está derrapando, sí, pero son más bien derrapes y no me hace cerrar»,
explicaba el italiano a su equipo técnico, intentando describir la sensación de falta de agarre y estabilidad en la parte trasera de su Desmosedici.
Pese a todo, intentó mantenerse positivo en declaraciones posteriores a la prensa:
«Esta vez tengo una moto que funciona con normalidad. No me siento como en Japón. Me siento como antes, todavía tengo problemas para frenar en la entrada, pero el equipo está trabajando en ello. Están investigando y tratando de entender algo, porque la moto es igual que la de Indonesia.»
El turinés buscaba entender por qué su moto se comportaba de forma tan distinta con el mismo paquete técnico, sin cambios aparentes entre carreras.
🔍 La frustración tras la clasificación
La situación se agravó tras la sesión de clasificación, donde Bagnaia solo pudo ser undécimo. La decepción fue evidente en su tono, mostrando un punto de frustración que pocas veces deja ver ante los medios.
«Estamos comprobando los datos, tratando de comprender lo que está pasando, pero nos resulta difícil porque los datos no dejan nada claro. La moto vibra mucho, pero no sabemos por qué»,
admitía con sinceridad el piloto de Ducati, dejando entrever la complejidad de los problemas técnicos que arrastra desde varias rondas.
«Son más bien derrapes y no me hace cerrar»,
reiteraba, insistiendo en que la pérdida de tracción no era un problema puntual, sino una sensación constante que le impedía pilotar al límite con confianza.
💥 Carrera para olvidar
Cuando llegó el momento de competir, Bagnaia sabía que el riesgo era alto. Tanto sábado como domingo fueron dos días muy duros, con caídas y sensaciones lejos de las esperadas.
El propio piloto reconoció tras la carrera que temía caerse en la prueba larga, algo que finalmente ocurrió.
Las vibraciones persistentes en la Desmosedici le impidieron atacar como deseaba, y aunque pidió disculpas al equipo tras el incidente, en el box se quedaron con el lado positivo: Pecco no sufrió lesiones.
El daño, una vez más, fue más psicológico y deportivo que físico.
🧭 Conclusión
Phillip Island 2025 fue un fin de semana difícil para Pecco Bagnaia, uno de esos que separan al campeón del piloto. A pesar de los problemas de vibración, los derrapes y la falta de tracción, el italiano se mantuvo sereno y comprometido con su equipo, sin buscar excusas y con la esperanza de revertir la situación en las próximas rondas.
Su actitud recuerda por qué es campeón: incluso cuando no hay resultados, sigue siendo un ejemplo de profesionalidad, autocontrol y liderazgo dentro del paddock.
¿Qué opinas? ¿Logrará darle la vuelta a la situación antes de que termine la temporada 2025?